miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿Jornada escolar continuada? S.O.S.


Esperanza Aguirre ha anunciado que quiere facilitar la implantación de la jornada continua en los colegios de la Comunidad de Madrid. Actualmente, casi la mitad de las escuelas públicas ya siguen el formato intensivo de 9 a 14 horas, pero hasta ahora la decisión de adoptar este horario lectivo continuado tenía que ser aprobada por el consejo escolar por mayoría absoluta en una votación en la que al menos dos tercios de los padres votaran en persona. La presidenta propone ahora acelerar los trámites y rebajar los requisitos para tomar esta decisión.

Podría parecer un tema menor entre la marabunta de plagas bíblicas que nos acechan, pero no lo es. Las familias que día a día tienen que jugar al tétrix para tratar de cuadrar la logística de horarios escolares y laborales lo saben bien. ¿Cómo es posible que en un país donde los adultos tienen jornadas laborales que frecuentemente se extienden hasta pasadas las 8 de la tarde los niños salgan del colegio a las 2? ¿Qué hacemos con los niños todas esas horas? Están los abuelos pluriempleados para los que cuentan con ellos, la ayuda pagada para el que se la puede permitir, y en muchos casos, lamentablemente, niños forzados a crecer demasiado pronto para cuidar de sus hermanos… o directamente para quedarse solos durante horas al poco pedagógico calor de la tele, el ordenador o la consola.

Precisamente cuando el empleo, si se tiene, requiere asumir mayores cargas de trabajo (y sin rechistar), cuando los servicios sociales disponibles se adelgazan por todos lados, y cuando se nos piden más esfuerzos y más impuestos para sacar adelante al país (¿?), precisamente ahora, digo, vienen a decirnos que la escuela pública sólo ofrece un horario claramente incompatible con el puesto de trabajo del que dependemos.

¿Cuál es la alternativa? Evidentemente, dejar el puesto de trabajo es una opción suicida con la que está cayendo. Externalizar nuestras responsabilidades como padres y madres a terceras personas es no sólo doloroso, sino en muchas ocasiones inviable. Crear una generación que crezca con las llaves de casa colgando del cuello y una infinidad de horas en la soledad de una casa vacía es simple y llanamente un error de consecuencias personales y sociales imprevisibles.  

Señora Aguirre, lo que hay que hacer es racionalizar la jornada laboral para que los padres puedan ir a recoger a sus hijos a las 5 a la salida del colegio. Nos habríamos alegrado si lo que propusiera fuera una jornada continua para los padres, o la flexibilización de la jornada, o la promoción del teletrabajo, o… Lo que se nos propone / impone, es un obstáculo más a la tan manida “conciliación” y, en definitiva, un ataque más a la clase media española.

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