miércoles, 26 de diciembre de 2012

Biografía de ida y vuelta


Volvemos a taladrar un túnel entre la vida de Madrid y la vida de Nueva York con la broca de acero templado del avión. La familia, los amigos, los paisajes, las rutinas pasadas salen a nuestro encuentro. La ciudad nos recibe de noche, grande y fría y cotidiana como unos zapatos domados hace tiempo. Retomar. Pasear por las calles que fueron el panorama del día a día con una mezcla de nostalgia y entusiasmo por encontrarlo todo en su sitio. Fijarse en los pequeños cambios y pensar en el lento avance de las placas tectónicas que pasa desapercibido en la vivencia continuada. Intentar concentrar los momentos compartidos con los de aquí en borbotones apretados para compensar en lo posible la larga ausencia. Saborear el frío cortante y la nieve fina. Planear con precisión militar dónde comer y cenar los próximos 10 días. Enseñar con orgullo al hijo, crecido, indomable, perfecto…

Esta visita es asomarse a un recodo íntimo de la historia personal. De ida y vuelta.

1 comentario:

carmen lopez dijo...

Como te entiendo yo aquí igual que tu allli...