miércoles, 8 de octubre de 2008

Crisis de otoño con campaña

Podría decir que el otoño trae consigo espíritu de recogimiento y reflexión y que por eso vuelvo al blog. Pero podría decir otras muchas cosas. El caso es que aquí estoy. El verano pasó, y para dar fe de que así fue guardo los tickets del abono transporte mensual organizados en mi cartera en perfecto orden cronológico. Si no fuera por esos tickets –pruebas entrañables que documentan la menudencia de la cotidianeidad— a veces no sabría en qué día vivo, si voy o si vengo.

Pronto hará un año que saltamos a este lado del mar. Increíble. Todavía hay veces que sacudo la cabeza en un gesto de incomprensión bovina. Qué cosas. Pero mis neuras no interesan a nadie. Lo importante es si hacemos o no pie en esto de la crisis, cómo de tonta es realmente Palin y hasta qué punto nos afecta el marasmo de malas noticias que nos acechan en los periódicos. Evidentemente no conozco las respuestas. Lo único que puedo hacer es elaborar telegráficamente sobre cómo se ven las cosas desde aquí:

- Lo del hostión económico viene para quedarse. Esperemos que no ‘punda el cánico’ –todavía más. Interesante ver a los expertos perorar sobre cómo todos llevaban años augurando el batacazo y nadie les hizo caso… Aquí el que no corre, vuela.
- La carrera hacia la casa blanca ha encontrado en la economía un bache gordo, gordo, pero los candidatos siguen repitiendo frases felices y simplezas varias. La gente en general no se siente especialmente insultada por el hecho de que su clase política les trate como imbéciles. Da qué pensar.
- Si bien todos los candidatos hacen gala de un discurso articulado para niños de 7 años con pinceladas de un americanismo burdo hasta el desvarío, McCain / Palin es que ya dan miedo (aunque mi voto inexistente iría para Obama, McCain tiene un lugar en mi corazoncito por sus bracitos de tiranosaurus rex –afinidades insospechadas que tenemos).

Otro día más.

martes, 7 de octubre de 2008

Breve puesta al día

Rápido resumen de lo ocurrido desde que no frecuento el blog: a mediados de julio fuimos a hacer rafting. No hubo bajas. Poco después Adam fue a visitar a un amigo a México D.F. y vino feliz porque algún local le confundió con un español por su super-acento castizo (¿?). Volví a casa a finales de agosto para descansar, acudir diligentemente a la boda de Patricia y Juan Pedro y cumplir con otros menesteres socio-familiares. A la vuelta, la rutina de trabajo y obligaciones accesorias me hizo olvidar rápidamente la playita del Mediterráneo, las cañitas del bar y las siestas de pijama y orinal en el pueblo. Ante la dificultad de manejarme en este país sin un medio de transporte propio, decidimos comprar un cochecillo de segunda mano. Estamos en proceso de formalizar la compra-venta. Por último, estos días se celebran las fiestas judías. La semana pasada fue el año nuevo, según sus cuentas, y esta semana celebran el día de la expiación. A mí esto no me afecta para nada, pero es pintoresco.