Las vacaciones
pagadas son una conquista laboral de la clase trabajadora que inauguró el
Frente Popular francés en 1936. En los últimos 75 años, esta bendición se ha
extendido a todos los rincones del planeta. Pero irse de vacaciones no es lo
mismo en todos sitios. Es bueno recordar que…
En España tenemos
30 días naturales, o 22 laborables, como mínimo y por ley. Aunque ya no es
cierto que el país eche el cierre todo el mes de agosto, muchos toman la mayor
parte de su tiempo de descanso en verano y es común que un trabajador se vaya
de vacaciones dos o tres semanas seguidas en esta época. Éste es nuestro marco
de referencia, el prisma vacacional desde el que miramos –y nos comparamos con—
el resto del mundo. ¿Y cómo les va al resto?
En Estados Unidos
no hay legislación, lo cual deja al empleador libertad para fijar la cantidad de
días y el calendario vacacional. Podemos encontrar casos en los que no se
ofrece ningún día de vacaciones hasta superar el primer año de trabajo en la
empresa –debe de ser el año más largo jamás vivido. Lo normal es empezar, por
ejemplo, con 15 días laborables e ir aumentando según se va acumulando antigüedad.
Las vacaciones se suelen disfrutar en pequeñas dosis y es común, especialmente
en el ámbito de la empresa privada, que un trabajador no se tome más de una
semana seguida de asueto –no vaya a ser que se hunda la empresa por la ausencia
o, peor, que se olviden de lo que hacías y a la vuelta se haya visto que eres
prescindible.
En Europa hay variaciones,
pero el modelo es más cercano al español, con regulaciones expresas y un
respeto y apreciación generalizados por la cantidad y la calidad del descanso
del trabajador. Lituania, Finlandia, Francia, Reino Unido o Austria son dignos
ejemplos. La creencia compartida es que un empleado “vacacionado” es un
empleado relajado y feliz.
En la zona Asia/Pacífico,
en términos globales, los días de vacaciones son escasos y a veces ni se llegan
a disfrutar. No hablo sólo de países en desarrollo como China (10 días de
vacaciones más otros festivos) o India (12 más festivos). Por ejemplo, en Hong
Kong y Singapur tienen 14 días de vacaciones (más los festivos locales) y es
extraño ausentarse del trabajo más de unos pocos días seguidos. Hablando una
vez con Ka, la hongkognona, me contaba que lo “bueno” (sic) de tener pocas vacaciones
es que cuando por fin llegan las disfrutas a tope-de-máximo-grado. Obviamente
no me convenció el argumento, pero me dio qué pensar. El ser humano es capaz de acostumbrarse a casi
todo. Por eso hay que mantener la
guardia… porque no queremos levantarnos un día relamiéndonos al pensar en las
migajas que nos quedan.
1 comentario:
¡Me acabo de enterar de que tienes un blog! ¡Cómo mola! Pues en India las vacaciones son 12 días sí, pero o mi jefe me está timando o no son vacaciones pagadas... Bueno, tú disfruta de las tuyas...
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